jueves, 4 de diciembre de 2008

“Navegando por el Blog de mi Memoria”

Si algo he aprendido durante todo este tiempo escribiendo en mi blog, es a dar forma al concepto, Interactividad.
Inicié mi primer post, cuestionándome qué temas estaban relacionados con publicidad interactiva para nutrir a “Mi Rincón” de algunos conocimientos relacionados con la asignatura: “Publicidad y Comunicación Corporativa en los Medios Interactivos”.
Ahora, por fin, he podido definir, por mí misma, el término en sí.

Aunque, en muchas ocasiones se relaciona el concepto con el sector tecnológico, la Interactividad va mucho más allá. También es comunicación.

Interactividad es cambio. Un cambio en la manera de percibir y ver el mundo. Un cambio en la comprensión y en la manera en que todos nos relacionamos con todos.
Si nos remitimos a décadas atrás, comprendemos esta evolución. Hemos pasado de lo sencillo (comunicarnos face to face) a lo complejo (poder comunicarnos con cualquier persona del planeta) en cuestión de unos años. Ahora, “el mundo es un pañuelo”. Ahora Internet está lleno de comunidades y redes sociales. Ahora se desarrollan campañas de marketing viral que pueden tener grandes impactos en buena parte de los usuarios sean de donde sean. Ahora se hace publicidad con la que puedes interactuar y participar. Y ahora, las Páginas Corporativas intentan por todos los medios conseguir la máxima usabilidad y accesibilidad con el objeto de obtener eficiencia y eficacia en los resultados. Mientras tanto la Web evoluciona más y más hacia lo que los expertos llaman Web 3.0 y nosotros nos encontramos en una constante adaptación al entorno.
Interactividad es cambio, porque ahora Internet, los teléfonos móviles y en definitiva, los medios interactivos, se consideran MEDIOS, como la televisión, la radio y la prensa. Hará unos años esta situación era impensable. De hecho, ahora son el resto de medios los que han de adaptarse a la Interacción de los nuevos soportes.

Interactividad también es diálogo. Un diálogo entre usuario y usuario, entre usuario e interfaz, entre usuario y contenido, entre usuario y red, entre usuario y medio. Interactividad, en definitiva, es otra manera de comunicarnos.

Y esa interactividad, es lo que precisamente me ha permitido comunicarme con todos vosotros para compartir los conocimientos que iba adquiriendo durante todo este tiempo.
Pero como bien dice el dice el dicho: “todo lo bueno se acaba” y hoy os digo Adiós.
Sí. Hoy me despido de todos vosotros.

Ha sido un placer interactuar juntos.
Hasta siempre amigos!

Noelia

lunes, 24 de noviembre de 2008

Vamos a ver la tele!

¿Recuerdas cuándo pasabas largos ratos viendo la televisión tirado en tu sofá, sin hacer completamente nada? Era cuestión de encender el aparato, coger el mando (no olvidar esa opción para no tener que levantarse después) y limitarse a ver esa película de domingo.

Los tiempos cambian y, aunque todavía se adopte una actitud “perruna” cuando vemos nuestra serie favorita, la televisión ya no es lo que era... Estamos evolucionando!

Aquellos tiempos, aquellos magníficos tiempos en los que no se tenía que hacer absolutamente nada, están quedando lejos ante la aparición de la televisión digital, cada vez más similar a los formatos interactivos que ofrece Internet.

La TDT, la televisión por cable, la IPTV o la televisión digital por satélite son algunos ejemplos de televisión digital. Ahora ya no es cuestión de mirar ese programa que tanto nos gusta, ahora podemos actuar, adoptar un comportamiento “felino”. Ahora se nos permite mantener un posible diálogo, de intervenir en los programas, de interactuar con la programación, gracias a la los canales de retorno con los que está provista esta nueva tecnología.

Como un camaleón que se adapta al entorno, la publicidad se transforma en interactiva ante este panorama.

En este contexto, puedo admitir que tanto cambio me da un poco de pavor.
Hemos de tener en cuenta que estas permutas traen consigo aparatos que permiten al usuario evitar la publicidad (PVR). Además, cuando la publicidad es interactiva y el usuario se mantiene ocupado interactuando con ésta, en realidad también se están evitando otros anuncios publicitarios, incluso parte de la programación.

Este sería un ejemplo de publicidad interactiva:



Como se puede contemplar, este tipo de anuncios interactivos poseen una duración mayor a la que estamos acostumbrados a ver. Minutos dedicados a no ver el resto de spots publicitarios.

Quizás lo difícil sea adaptarnos a los cambios, quizás lo complejo sea hacer frente a una competencia más agresiva que lucha por llamar la atención de los usuarios. Probablemente, lo difícil sea reinventar la publicidad y adaptarla a la nueva televisión digital.

Sea como fuere y, ante esta situación, ahora más que nunca hay que ser creativos, originales y diferentes. Ahora más que nunca, hemos de despertar el interés del receptor para que interactúe con nuestra publicidad y no con la de nuestra competencia.
Ahora más que nunca hemos de conocerte, Señor Consumidor.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Publicidad. Publicidad. Y... más publicidad!

Esta mañana, durante mi Press Clipping diario, me he topado con el siguiente titular: “YouTube lanza en España los vídeos con publicidad”

La marca anunció ayer su propósito de incorporar publicidad en algunos vídeos de su plataforma, en función de un acuerdo con los socios de la misma: Antena 3, TV3, NBC, Valemusic, Telemadrid, Efe, Universal, entre otros.

Teléfonica, uno de los mejores anunciantes en España, será la primera empresa que integre una de sus campañas de comunicación en diferentes vídeos de la plataforma.

A esta noticia, se suma otro dato importante: se ultima que el más visitado de los portales de vídeos de Internet podría disponer, en cuestión de semanas, de largometrajes, films completos y de larga duración, gracias a un acuerdo con una importante empresa cinematográfica de Hollywood. Pese a que todavía no han trascendido los detalles sobre el acuerdo, todo parece indicar que YouTube cuenta ya con el apoyo de una de las principales compañías de cine y que el sistema se sustentará en la inclusión de publicidad en las películas.

Para ser sincera, la noticia no me viene por sorpresa. De hecho, no es de extrañar que una marca como YouTube empiece a rentabilizar su negocio, proponiendo una nueva forma, diferente y novedosa, de hacer publicidad.

Bajo mi punto de vista y, a pesar de la muy evidente saturación publicitaria, la marca ha hecho bien en incorporar campañas publicitarias en los diferentes vídeos, pues el usuario podrá evitarla, si ésta no es de su interés.

Hasta ahora, Youtube no se ha beneficiado en absoluto con su portal. Era necesario recurrir a la publicidad como método de financiación, puesto que sin dinero que mantenga a flote los proyectos, es imposible salir adelante. Seamos francos. Consumimos vídeos de forma gratuita. Como en la televisión o diferentes páginas webs, YouTube necesitaba recurrir a la publicidad para beneficiarse en algún sentido. Quizás hayan muchas críticas al respecto, pero la verdad es que tras de sí, se esconde el egoísmo e interés propio del individuo, quien sólo piensa en sí mismo. Un negocio sin beneficios, fracasa. Hemos de asumir este hecho.

Asimismo, creo que la emisión de películas completas con publicidad incluida, empieza a parecerse a la Televisión por Internet o iTV.
Quedan lejos esas tardes de domingo, en las que se alquilaba una película y comprabas una bolsa enorme de chucherías. Ahora, no tendrás que moverte de casa, tendremos que conformarnos con las palomitas hechas en el microondas.

La estrategia que está siguiendo YouTube probablemente, convierta a Google, en la única empresa de Internet que controle todas y cada una de las campañas publicitarias en este medio. El futuro de este hecho no quedará lejos.
¿Se convertirá Google en un monopolio?

Dejemos la pregunta en el aire.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

E-mail vs Spam




Como cada día, me dispongo a abrir mi correo electrónico. Encuentro lo de siempre: mensajes de mis amigas, e-mails de trabajos, mensajes en cadena, publicidad de viajes, de moda, de ofertas, e-mails cuyo contenido son virus, publicidad de viagra… Lo normal, lo de cada día… Sólo leo los que me interesan, el resto, evidentemente, los borro sin pensármelo dos veces.

Aunque me moleste encontrar e-mails no autorizados, ni consentidos, he llegado a acostumbrarme a esta situación. Por más que me queje o por más que grite a la pantalla van a seguir enviándome dichosos virus y e-mails de publicidad indeseada, a los que llamamos, Spams.

Estudio en el mundo de la comunicación y me fascina contemplar cómo cada vez son más las personas que adaptan sus campañas publicitarias a formatos cotidianos y personales como lo es, propiamente, el correo electrónico. Sin embargo, son muchos los que se aprovechan de la situación y envían correos pasando por alto el consentimiento de los usuarios. Se trata, sin duda alguna, de una praxis poco ética y poco profesional, que arranca la no aceptación de los receptores desembocando un “mar” de críticas generalizadas hacia el Marketing de e-mail.

No obstante, cabe decir que muchas veces el problema radica en que parte de esta publicidad (no es mi caso con los spams de viagra) se acepta inconscientemente. Es lo que los profesionales llaman, Marketing de consentimiento o permiso.
Vamos a ser francos, ¿cuántas veces has pasado por alto las condiciones de una entidad y has aceptado sin leer los detalles? En mi caso han sido muchas por el mero hecho de querer ir al grano o simplemente por pereza, y en muchas de estas ocasiones, estaba aceptando recibir publicidad comercial a diestro y siniestro. Es mejor leer antes de aceptar para que, de manera posterior, no te sorprendan con cientos de e-mails que lo único que hacen es ocupar espacio en tu bandeja de entrada.


A pesar de ello, y por lo general, el e-mail constituye una potentísima herramienta publicitaria: es económica, te permite una segmentación clara, es personalizada, te ofrece resultados inmediatos, te permite un seguimiento, implantar mejoras… En definitiva, es eficaz y accesible a todo tipo de anunciantes.

No obstante, la mayoría de emprendimientos comerciales en Internet no emplean el e-mail como soporte comunicativo y, muchos de ellos, como he comentado anteriormente, no lo hacen correctamente, desaprovechando así, su potencial.
Son muchos los que piensan que para hacer Marketing de e-mail basta con comprar uno de esos CD´s con cientos de miles y millones de direcciones electrónicas y empezar a enviar mensajes comerciales a la brava (spam), desconociendo las más mínimas normas de etiqueta en la red.

Es importante tener en cuenta, que uno de los objetivos prioritarios de toda empresa es ser capaz de construir una comunicación fluida y eficaz con sus clientes. Por ende, no sirve de nada llegar a mucha gente si ésta no está interesada en lo que hacemos.
Por ejemplo, ¿qué sentido tiene hacerme llegar publicidad de viagra?
Primero: soy joven. Segundo: mi pareja también es joven. Tercero: no tenemos dificultades para… ya sabes! Cuarto: No me interesa y de hecho me molesta recibir ese tipo de publicidad comercial. Quinta y última razón: Pero… ¿Qué se cree la gente?

Dejando de lado mi NO ACEPTACIÓN de correos de viagra, considero que para potenciar la publicidad vía e-mail se ha de tener siempre en cuenta a quién queremos dirigirnos de acuerdo con la filosofía y el producto/servicio que se ofrece. De esta manera, será el propio usuario quien busque que le envíen publicidad comercial que satisfaga sus intereses y suponga un beneficio mutuo.

Yo no soy el target adecuado para un anuncio de viagra.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Pepito y la Publicidad

Miles de personas soñaron con tenerlo cuando ni siquiera habían confirmado su lanzamiento en el mercado. Sólo eran rumores, pero la noticia no tardó en extenderse.
Pronto, las reservas y las colas en las tiendas se tornaron infinitas. La cuestión era conseguir uno, fuese como fuese, costase lo que costase.
Las existencias se agotaron enseguida y la gente seguía queriendo su móvil. Se vendieron millones y millones de ejemplares en toda España, aunque su éxito (merecido éxito de Iphone) aconteció internacionalmente.

Nunca he sido una persona a la que le fascine los nuevos aparatos tecnológicos. De hecho, el nuevo teléfono móvil de Apple me dejó, por así decirlo, un tanto indiferente. Con ello no niego su calidad, diseño… Simplemente digo, que realmente me da igual tener un móvil u otro. La cuestión es hablar largo y tendido con esa amiga a la que apenas puedo ver.

No obstante, he de admitir que ese nuevo lanzamiento no ha parado de sorprenderme desde un inicio, no por el producto en sí, sino por lo que lleva detrás, la manera en la que un simple dispositivo móvil es capaz de movilizar a las masas, convirtiéndose en toda una revolución en el mercado. Es sorprendente, es para quitarse el sombrero. Chapó por la marca.

Por gracia o por desgracia, una persona muy cercana a mí, a la que llamaremos Pepito para proteger su intimidad, adquirió un Iphone enseguida.
Se pasa las horas pegado al móvil: mira la bolsa, juega, se conecta a Internet, se baja aplicaciones, pasea por las calles con el GPS de Google… Es capaz de olvidarse la cabeza en casa, pero nunca dejaría su Iphone solo. La verdad es que es un producto que te ofrece una amplia gama de aplicaciones para poder sacarle el máximo partido, de eso no hay duda alguna, pero...
En fin… como iba diciendo, Pepito no para de bajarse aplicaciones gratuitas. Un día, cuando estábamos entre una colla de amigos, me enseñó una especie de juego interactivo que consistía en beber un vaso de cerveza ficticio. Una jarra llegaba a una supuesta barra de bar, se llenaba con cerveza Guiness y haciendo un movimiento de móvil (el movimiento inclinado que empleamos para beber) la jarra quedaba vacía, como si yo me la hubiera bebido entera. Impresionante!
Pronto, todos quisieron probar ese juego, uno a uno, repetidas veces. Todos quedaban boquiabiertos y cuando salían de su asombro, soltaban la típica frase de: “Ualaaa”, “Qué guay”, “Qué currado este Iphone”, “Yo quiero uno”… Y Pepito estaba feliz de haber dejado asombrados a todos sus amigos. Al final, todos querían esa aplicación en sus móviles (aunque si no tienes Iphone no tienes juego).



De mi rostro no se borró una sonrisa maliciosa, esa sonrisa picarona que ve el futuro de su profesión ante los ojos. Mientras presenciaba la movilización de mis amigos, mi conciencia no paraba de repetirme: “En el fondo no somos tan complicados. Somos más tontos de lo que parecemos. Es magnífico”

De vuelta a casa, miré a Pepito e inicié la misma discusión que siempre tenemos:
- Pensaba que no creías en la publicidad, que no te influía para nada…
- Es que la publicidad no sirve para nada. Yo no me creo nada de lo que me dicen. De hecho, si me dicen compra esto, no lo compro.
- (Me río) En el fondo no dejas de ser igual que el resto. La publicidad te influye, vives con ella a diario. Hoy sin ir más lejos, tú mismo has hecho publicidad y GRATIS. Boca-Oreja ¿comprendes? Has anunciado una marca de cervezas de forma orgullosa a todos tus amigos, y lo mejor de todo es que a ellos les ha gustado. Pepito, la publicidad no sólo es vender, va más allá… La publicidad es comunicación, es tener a la marca presente, transmitir sus valores… La publicidad es notoriedad, memorabilidad, es hacerte parte de esa marca…

Pepito, claro está, ríe y cambia rápidamente de tema.


Con esta pequeña anécdota quiero transmitir dos cosas.
La primera es que, para que la publicidad funcione ha de saber escucharnos, saber lo que nos gusta, porque si acierta con una campaña como la que izo Guiness, será el propio usuario quien irá en busca de esa publicidad, quien se implicará y quien actuará de portavoz de forma favorable y gratuitamente.

En segundo lugar, el papel del teléfono móvil hoy en día está poco explotado y se convierte en una gran oportunidad de futuro ante la muy evidente saturación publicitaria. Se trata de un dispositivo personal e íntimo que puede convertirse en un gran soporte publicitario. Si las marcas lo saben aprovechar, podrán conseguir que el usuario lleve a la marca consigo, que la lleve en su móvil y que la enseñe sin vergüenzas.

En el fondo no somos tan complicados. Sólo hay que saber escucharnos, saber entendernos.

martes, 11 de noviembre de 2008

Hay un castigo para ti!

La odio. La odio con todas mis fuerzas… Odio a toda esa publicidad que me interrumpe cuando visito algunas páginas webs en busca de información que realmente me interesa, especialmente en periodos de exámenes y trabajos en los que mi “tiempo es oro”. Odio que me interrumpan con banners de casinos, chicas enseñando tetas operadas o banners que se esfuerzan en que encuentre a la media naranja que ya tengo.
¿Qué sentido tiene que yo vea toda esa publicidad? ¿Por qué a mí? ¿Por qué tengo que aguantar yo esto?
No sé que se han creído, pero no soy la persona adecuada a la que transmitir esa clase de mensajes. Ni soy adicta a los juegos, ni estoy “enganchada” al sexo online, ni pretendo enamorarme de ningún desconocido que podría ser psicópata…

Es posible que esté exagerando un poco, sí, pero es que esta situación es incomprensible, me saca totalmente de “mis casillas”, y son mi ratón, mi pantalla y mi pobre teclado, los que acaban sufriendo mi falta de paciencia con pequeños golpecitos que acabarán por destrozar mi inocente PC.

Después de tantos estudios sobre el consumidor, deberían conocerme un poco más. Deberían saber que me encantan los bolsos grandes, los perfumes dulces, el olor a feria y los peluches con caras feas que les hacen fascinantes. Me encantan los calcetines calentitos en invierno, los pijamas divertidos y el jamón ibérico. Adoro el aire limpio y fresco, odio a las avispas y me marea la sangre. ¿Qué más pistas necesitan?

Internet ofrece muchas posibilidades de segmentación, pero son muy pocas las personas que aprovechan esa oportunidad de comunicarse con quien realmente están buscando, teniendo en cuenta sus comportamientos y sus intereses.
Cabe decir, sin duda alguna, que la publicidad interactiva, en su mayoría de ocasiones, es muy irreverente.

El otro día en clase tuve la oportunidad de disfrutar viendo como un tipo muy gracioso castigaba a los banners que nos molestaba, a través de la siguiente página web:

http://www.elcastigadordebanners.com

Para los que no quieran clicar en el enlace, este es el mensaje que se pretende transmitir:



Una tentación, sin duda alguna, que permite que te desahogues retorciendo a toda esa publicidad que se cruzó por tu camino, sin ni siquiera poderla evitar.

Se trata, nada más y nada menos, de una campaña de comunicación ideada por Yahoo, que promociona un tipo de publicidad online orientada al cliente: “Behavioural Targeting”. Ésta permite al anunciante, de acuerdo con la información de sus públicos, mostrar a los targets publicidad que realmente “va con ellos”, que puede interesarles y que puede provocar el acto de compra, que en definitiva es de lo que se trata. Publicidad que funciona, porque se gestiona una planificación acorde con la afinidad de los usuarios y más que molestar, cumple su función que es comunicar. En definitiva, se ofrece un producto concreto, en el momento apropiado, con un mensaje preciso.

Realmente creo, que se trata de una campaña notoria, con intenciones claras de convertirse en un mensaje viral, que nos puede interesar a todos, y que cumple muy bien con los requisitos de una publicidad excelente: concepto que encaja con la idea a la perfección, personaje que conecta con el público y con la idea principal, y puesta en escena que va acorde con la idea y el personaje.

Bravísimo por la buena publicidad que muchos anunciantes llevan a cabo.

Banners de casinos, chicas en pelotas y de citas a ciegas, hay un castigo para vosotros...

jueves, 6 de noviembre de 2008

"Este Mundo es un Pañuelo"

Querido Amigo:

¿Alguna vez te has parado a pensar por qué en repetidas ocasiones hemos soltado la mítica frase de “el mundo es un pañuelo”, cuando comprobamos que alguien al que acabamos de conocer es muy amigo del hermano de tu mejor amigo? ¿O repetimos la misma expresión, cuando encontramos a un vecino al que nunca vemos, en una isla perdida mientras estamos de vacaciones?

Es increíble, que tras una “simple” expresión aguarde una auténtica teoría matemática a la que los expertos denominan: “La teoría de los 6 grados de separación”
Se trata de una hipótesis sustenta sobre el pilar de “este mundo es un pañuelo” que intenta probar, que cualquier persona del mundo puede estar conectada a cualquier otro individuo a través de una cadena de conocidos que no tiene más de 5 intermediarios.

Fueron muchos los expertos que quisieron probar la teoría matemáticamente (Frigyes Farinthy o Duncan Watts), pero no fue hasta 1967, cuando el psicólogo Stanley Milgram, ideó una nueva manera de probarla mediante un experimento al que llamó “el problema del pequeño mundo” formulado en su libro “Psychology Today”.
Varias personas del medio oeste estadounidense debían mandar tarjetas postales a un individuo desconocido situado a miles de kilómetros de distancia. El único dato que debían conocer era el nombre, la localización aproximada y la ocupación de los remitentes. Para ello, podían utilizar a conocidos que actuaran de intermediarios, y éstos, a su vez, utilizarían a conocidos que pudieran tener algún tipo de contacto con los destinatarios.
Aunque se pensaba que la cadena incluyera a miles de terciarios hasta hacer llegar el paquete a los remitentes, se comprobó que la entrega se llevó a cabo con un promedio de entre 5 y 7 intermediarios, probando, así, dicha teoría.

Estamos en el año 2008 y todavía hoy seguimos empleando aquella lejana hipótesis, que se ha convertido en una gran realidad, especialmente, en el contexto de la Web 2.0 y las Redes Sociales en Internet.

Son muchas las personas que conozco las que han utilizado la expresión de “El Mundo es un pañuelo” cuando comprueban, mediante Facebook por ejemplo, que un compañero de trabajo antiguo es amigo del novio de una amiga de universidad, y ahí está esa amiga en una fotografía del compañero de trabajo. ¿Casualidades? No.
Y es que, amigo mío, la Red está construida en base a esta teoría.

Pongamos como ejemplo esta imagen. ¿Qué es lo que vemos?:



A voz de pronto, contemplamos varios niveles con varios contactos.
En primer tercio, cabe decir que cada persona conoce de media a unas 100 personas, que a su vez se relacionan con otras 100 personas más, y así continuadamente, con lo que cualquier persona puede pasar un recado a 10.000 individuos con sólo pedírselo a uno de sus contactos.

Estas 10.000 personas estarían en un segundo nivel, puesto que aunque el individuo no las conozca puede llegar a hacerlo.

Los siguiente niveles van creciendo exponencialmente conforme el número de contactos se amplia. Es decir, si esos 10.000 individuos conocen a otros 100, la red ya se ampliaría a 1.000.000 de personas conectadas en un tercer nivel, a 100.000.000 en un cuarto nivel, a 10.000.000.000 en un quinto nivel y a 1.000.000.000.000 en un sexto nivel... En seis pasos, y con las tecnologías disponibles, se podría enviar un mensaje a cualquier lugar e individuo del planeta. Conectando, por así decirlo, a toda la humanidad en una misma cadena.

Muchas son las personas, entre ellos artistas, que se han aprovechado de la muy conocida Teoría de los “6 grados de separación” para llevar a cabo Films, series, incluso grandes proyectos como la construcción de Redes Sociales a nivel mundial: Facebook, MySpace o Tuenti son una muestra.

Aporto algunos ejemplos de otra categoría.

La muy conocida serie, “Lost”, se fundamenta en dicha hipótesis, empleado el término de “centralidad”:



Otra reciente serie de televisión basada en la susodicha Teoría, “6 grados”, es otro de los muchos ejemplos. Sin embargo, os muestro cómo la cadena promociona la serie, pues se trata de una magnífica manera de explicar dicha hipótesis:




Por último, os dejo el trailer del film “6 degrees of separation”, protagonizado por Will Smtih:




Internet, a diferencia del “mundo terrenal” elimina cualquier barrera que frene la Teoría y facilita su materialización, especialmente en segmentos concretos (artistas, profesionales…)

Y es que amigo mío, el Mundo es un Pañuelo, un pequeño pañuelo en el que todos estamos conectados… Acaso… ¿Dudabas de ello?