martes, 21 de octubre de 2008

1, 2, 3...

Son muchos los días en los que de regreso a casa, miro la ciudad por la ventanilla del tren: grandes edificios, miles de luces encendidas, pantallas en las ventanas de las casas… y me pregunto, ¿Cómo? ¿Cómo es posible que el ser humano esté evolucionando en sus inventos tan rápidamente?
Sea como fuere, miro a mi alrededor y me gusta. No logro imaginarme viviendo en otro lugar, en el entorno de mis antepasados, por ejemplo.
No me imagino una vida sin todos esos inventos que me facilitan absolutamente todos mis quehaceres y a los que, sin duda alguna, catalogo de imprescindibles: la lavadora, el frigorífico, el coche, la luz, el ordenador…
Es inevitable decir, que todos ellos han experimentado una mejora progresiva espectacular.

Internet, sin ir más lejos, evoluciona a pasos de gigante.
Hemos pasado de la Web 1.0, caracterizada por la popularización masiva de navegadores y correos electrónicos y en la que la participación del usuario quedaba reducida a simples foros (actitud pasiva); a la Web 2.0, la Web que todos conocemos, en la que TÚ y todos formamos parte. Se caracteriza por el papel relevante que toma la participación del usuario, puesto que se trata de la clave del éxito de la misma. El usuario deja de lado la actitud pasiva y adopta un comportamiento “felino”, convirtiéndose en “protagonista” del propio contenido, mediante el empleo de Blogs, Youtube, wikis, entre otros.

Más allá de lo comentado, cabe insistir en la todavía evolución que experimenta la Web.
De hecho, hoy ya se habla de la Web 3.0.
Voy a ser sincera, admitiendo que no sabría explicar de forma correcta el concepto, puesto que arrastra tras de sí un intenso debate en los que los propios expertos poseen pareceres totalmente contrarios.
Muchos son los que defienden que se trata de una realidad inmediata, de una evolución que pronto podremos percibir. Otros, en cambio, afirman que se trata de pura ficción.

Todavía hoy, recuerdo un artículo publicado en el diario ADN que sintetizaba el tema en el siguiente titular:

“Sucedió en Corea del Sur, durante un congreso. Un empresario preguntó a Eric Schmidt (presidente de Google) sobre el significado de Web 2.0 y Web 3.0. –Lo primero es marketing- contestó- lo segundo se lo ha inventado usted-.
La respuesta, cargada de ironía, muestra la red más volátil: cuando no ha acabado la Web 2.0, comienza la próxima moda”

Bajo mi modesto punto de vista, dicha Web no acaba de tener un significado lo bastante claro. Podríamos definirla como: “una red semántica en la medida que los resultados de las búsquedas aportan significado” Como una Web más “inteligente”.
Esto último, es fruto del objetivo marcado por Tim Berners Lee, creador de la World Wide Web, quien pretende conseguir una Web capaz de aprender los resultados de los buscadores para próximas ocasiones. Por ejemplo, en lugar de "Hotel Barcelona", escribiría "Necesito viaje y hotel en Barcelona para Navidad. Viajamos con un bebé"

Este sería un esquema que muestra, de alguna manera, la evolución de la Web:



Es posible que a este paso, exista una Web 10.0 que sea más inteligente que nosotros (es broma! ¿O… no?)

Web 3.0. ¿Una futura realidad o pura ficción?
Decídelo tú mismo/a…

No hay comentarios: